LA ESENCIA DE LO ESTETICO

LA ESENCIA DE LO ESTETICO

La esencia de la estética creo que está en la capacidad que tenemos los seres humanos de contemplar las cosas, objetos y hechos que hay a nuestro alrededor. Si pensamos sobre la belleza de las cosas no veremos su esencia, además si nos dejamos llevar por las emociones tampoco caminaremos hacia lo estético.
La única forma según este escrito es dejar de lado gran parte de lo que somos como nuestra capacidad de pensar y las emociones, solo así seremos capaces de contemplar realmente y por lo tanto daremos un paso en firme hacia la estética.

Nos permite contemplar la esencia del objeto no por el valor económico  o de la utilidad que se le de únicamente por lo que percibimos que tenemos frente a su belleza lejos del interés materialista.

Através de la estética nos emocionamos con sensaciones de alegría armonía y plenitud  que son necesarios dentro de la vida del ser humano.

Es la forma como podemos experimentar  emoción a través de nuestra capacidad de disfrutar todo lo que nos rodea  de una manera generosa y desinteresada.

Parece algo totalmente real lo que el autor nos expone en este párrafo, puesto que dice que para que exista una total contemplación debemos alejarnos del objeto, separarnos de nuestra vida, algo que también me parece sabio es

Cuando dice que cada ser humano percibe su propio mundo de una forma distinta a los demás, es fascinante este mundo.

SEGÚN EL AUTOR

Análisis Crítico Y Argumentativo: Friedich Kainz "La Esencia De Lo Estético"

 La esencia o la particularidad de lo estético se perciben en un mundo espléndido, en el individuo o en los objetos en sí.

La cognición de lo estético, el sentido estético no es algo proporcionado inherente, sino que brota histórica, socialmente justo sobre la base de la dinamismo práctico material que es el trabajo, en una relación característico en la que el objeto sólo coexiste para el objeto y éste para el sujeto.

Lo estético es evidente siempre a través de una forma que es perennemente objetiva; si observamos, la belleza de un objeto vive en su poderío de expresión, en la fecundidad de espíritu y de vida que en él se vislumbra, pero, al mismo tiempo, en el hecho de que se ajuste a ciertas leyes formales (dispositivo en la verdad, armonía, proporción, ritmo, armonía de todas sus partes), de que mane en líneas claras y límpidas, de que presente una clara distribución armónica en el tiempo y en el espacio, afinados sonidos y mezclas sonoras, limpios colores.

Es de aclarar, que la esencia del reflejo estético se fundamenta inexcusablemente en que incrementa la unidad sensible y significativa del sujeto y su discordante riqueza a un efecto insinuante que anhela a hacer vivenciales enlaces como actos y angustias, triunfos y derrotas, florecimientos y declinaciones de la especie humana.